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Mi realidad hecha en sueños
De alguna manera había alcanzado la
consciencia dentro de mis sueños. He observado, me he dado cuenta de donde
estaba e incluso he intervenido en mis acciones. Dirigir mis sueños es como una
doble vida. He averiguado la manera de conseguirlo. una plena claridad ante lo
irreal. Solo lo he intentado, lo he conseguido y una vez allí he regado de
recuerdos mis sueños y mis 38 años, a partir de ahí he ido improvisando. Me he
disociado de todo y cuando he despertado me he vuelto a disociar dentro de la realidad.
He logrado que sea un proceso automático de mi mente y me cuesta obviarlo. También
una de las tareas más difíciles es recordar lo que he soñado, pero tengo
recuerdos muy lucidos sobre ello. Es un mundo nuevo que he creado para conmigo donde estar conmigo mismo
es un regalo. Una manera distinta de relacionarme conmigo y quererme como nunca
he conseguido en el otro lado de la realidad. No me voy a engañar, los sueños
ya forman parte de otra realidad alternativa donde sin miedos, tiento a mis propósitos.
Mi consciencia esta mas potenciada. He reducido el estado de “dormido” y he
potenciado mi estado de “soñando”. Lo mas grave de todo esto es que estoy
bajando considerablemente mi estado de “despierto”. He leído en una revista que
la conciencia primaria es la percepción y la emoción, algo que he alcanzado y
sobrepasado con creces mientras sueño. Y que la consciencia secundaria es la auto
reflexión, pensamiento abstracto y voluntad. (saber que sabemos). Que es el
estado que se logra más cuando estamos despiertos. Creo que me he autoinducido
el estado secundario con el secundario mientras sueño a causa de la imaginación
activa. Como si el sueño hubiera enfriado la realidad, y la realidad hubiera
calentado mis sueños hasta encontrar el equilibrio entre ambas. Ya lo percibo
como una entropía pura y dura, que es la medida del desorden. He perforado sin darme
cuenta un agujero entre los dos mundos y posiblemente solo tenga una dirección a
seguir. Ya nada volverá a ser como antes, igual que sé que algún día moriré.

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