Seguiré disfrutando
Que
pasada, estamos a 2019 y aún sigo en pie. No soy el más viejo de España, pero
estoy como nuevo. Pensar que en Galicia está el único que me supera en edad no
es un inconveniente, es más, me alegro muchísimo pensar que no soy único.
He visto de todo en estos ciento siete años… bueno… no
estoy seguro del todo, pero he podido ver como es el mundo y las personas que
viven en él, diría que eso es ver de todo.
Una vez, me acuerdo perfectamente, vi como una pareja de
novios tuvieron un improvisado momento frenético de amor, que hasta se
arrancaron la ropa y yo observándolos. Ellos pensaron que estaban solos,
pero no contaban con que yo podía ver y oír lo que hacían, seguramente concibieron
su primer hijo, porque unos años después los vi a los tres en el mismo lugar,
pude reconocerlos. Seguro que el gallego habrá pasado por lo mismo que yo. El
lleva más tiempo en este mundillo, para ser exactos treinta años, y algo sabrá
que yo no sepa, pero no es un tema que me preocupe.
He visto pasar por aquí mucho amor, muchas parejas que se
amaban, pero otras que se odiaban. Hasta han roto relaciones en mi presencia. Por
tonterías ha habido discusiones, peleas, sonrisas, lagrimas, y todo tipo de
emociones que he observado en todo este tiempo.
Desde que nací que me he sentido orgulloso de mostrarme
como soy, ahora soy más moderno, pero cuando nací me encontraba reluciente de
forma distinta y la gente venia a visitarme para ver lo que podían ver en mí.
Al principio no lo entendía, pero rápido me di cuenta de todo, porque yo
disfrutaba como ellos lo hacían. Primero me fijé en sus expresiones, a veces
lloraban, otras reían, también se asustaban o exclamaban. Bueno, y otras cosas,
pero lo que quiero expresar es que al verlos a ellos quería sentir lo mismo y
lo vi en mi primer estreno, al cabo de una hora más o menos. Me fijé en lo que
ellos se fijaban y apareció la magia en mi vida. Aprendí de todo a lo largo de
los años, y sin moverme de casa. Podía ver junto al público las películas que presentábamos
en la sala principal, que es la sala más grande que hay dentro de mí. Hay otra
sala para películas y otras con retretes, otras con decorados y entre otras, mi
preferida, la del proyector, en la que venia un proyeccionista para estar
pendiente de que las películas se iluminaran en la gran pantalla. En esa
pantalla descubrí la vida en muchos aspectos y en países de todo el mundo, con las
formas distintas de vivir que tenía la humanidad. Existe la crueldad como todos
sabéis, pero también el buen humor y las cosas fantásticas. Esas que llaman
ciencia ficción me fascinan.
Con las películas he aprendido que a los humanos se les
puede fastidiar cualquier sueño o deseo, pero sin duda, todo lo que les
apetezca ser, lo pueden conseguir, lo que les apetezca hacer, lo pueden lograr.
No hay nada imposible en las vidas de los humanos. He visto como viajan al
futuro y al pasado, como traspasan la esfera de la tierra y van a través del
universo hacia otro distinto. Se introducen en dimensiones paralelas a la
nuestra. Se enfrentan a tiburones, luchan contra dragones, batallan contra dinosaurios,
hacen el amor, practican sexo, lloran, ríen, se hacen invisibles incluso,
inmortales, ah, también se convierten en monstruos tipo vampiros, hombres lobo,
bichos verdes. En fin, que podría seguir un rato más… Aunque también tienen enfermedades,
luchan en guerras y mueren. Se van del mundo muriendo a todas las edades, desde
niños hasta muy mayores.
Perdón que no me he presentado, que maleducado como dicen,
será la edad. Mi nombre es “Cine Doré” y vivo desde que nací en la ciudad
española de Madrid, concretamente en la calle de Santa Isabel. Nací a finales
del año 1912, y creo que, si no me han derrumbado ya, seguiré con vosotros
mucho mas tiempo, o eso espero. Aquí seguiré disfrutando de la evolución del
cine y de películas maravillosas que sin duda han marcado la vida de muchas
personas a lo largo de la historia. He aprendido que los directores de las películas
muestran su talento y se puede apreciar en la pantalla, al igual que las
actuaciones de los actores y actrices, o el equipo de trabajo que hacen posible
este arte, tales como los profesionales del sonido, de maquillaje, de producción
y en mi opinión, los grandes guionistas que hacen destacar el trabajo de todos.
Cuando el talento se junta en los diversos campos que he mencionado, es
alucinante. Es ahí cuando puedes ver la diferencia entre las buenas películas a
las malas. Pero lo que está claro, y lo afirmo porque lo sé, es que el cine es
una gran mentira para contar la verdad.
Me despido que hoy toca un clásico que me encanta y ya va
a empezar… Es una película del año 1938 dirigida por Frank Capra, con la actuación
principal de James Stewart y guion de Robert
Riskin…
Se titula: “Vive como quieras”
Bajando
luces, iluminando la pantalla y la gente se calla…
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